Algunos consejos para que las Fiestas de Fin de año no nos lleven a la bancarrota
Las fiestas, ese momento tan esperado por la mayoría de las familias, traen hermosos momentos, reuniones llenas de mucho regocijo en las que además de compartir deliciosos platos también disfrutamos de la compañía de nuestros seres queridos. Sin embargo, el aspecto indeseable de estas fechas es que solemos gastar mucho dinero en obsequios, a veces más de lo que deberíamos, y esta conducta no tarda en verse reflejada en nuestras finanzas personales y familiares, que pueden llegar a verse afectadas.
Entonces… ¿cómo hacer para que la compra de regalos no ponga en peligro nuestra economía?, ¿cómo regalar sin comenzar un nuevo año cargado de deudas? He aquí algunos consejos útiles:
Piense en regalos innovadores y creativos
Cuando comenzamos a planificar los regalos, casi siempre pensamos en “objetos” y también calculamos el valor monetario de lo que ese regalo nos va a costar; pensando quizás, que “cuanto más caro, mejor”. No obstante, esa fórmula no siempre es efectiva, sino que en muchas ocasiones podemos ofrecer regalos creativos, novedosos y originales que tienen un mejor y extraordinario efecto en quien los recibe.
Por ejemplo, regalarle a nuestro agobiado hermano/a un fin de semana de cuidado intensivo de nuestros pequeños sobrinos, le daría la posibilidad de tener unos días románticos y maravillosos para vivir con su pareja.
Otro ejemplo podría ser regalarle una jornada completa en un SPA exclusivo a nuestra madre, a fin de que pueda tener un día de total relajación, tranquilidad y cuidado. Esto podría resultar mucho mejor y hasta más barato que regalarle un nuevo reloj o un electrodoméstico que quizás no necesite realmente.
Si usted es hábil con las artesanías manuales, también podría pensar en crear algo único e irremplazable, que sólo le costará poco dinero, pero estará impregnado de mucho cariño al hacerlo. Sin dudas, su familiar, amigo o ser querido valorará la dedicación y el empeño en la realización de un obsequio creado por usted mismo.
Ramiro Rodríguez | Organice su presupuesto y haga una lista
Algo muy útil a la hora de hacer regalos es saber, en primer lugar, cuánto está dispuesto a gastar en regalos y hacer una lista de todas aquellas personas a las cuales usted quiere agasajar con un presente para las fiestas.
No se olvide de nadie y en la lista coloque en primer lugar a sus familiares directos y a sus amigos más cercanos. Al lado de cada nombre anote además los posibles regalos que piensa y le gustaría hacerle a cada quien. Luego de revisar varias veces la lista, podrá ir descartando opciones hasta dejar el regalo o los regalos elegidos para cada ser querido.
En ese listado usted podrá dividir el monto total que puede y quiere gastar, en todas aquellas personas que recibirán regalos de su parte y podrá asignar mayor gasto a quien considere que más puede necesitarlo. Ejemplo, si usted tiene un amigo que ha pasado por una situación muy difícil este año, podría decidir hacerle un regalo importante para levantarle un poco el ánimo, y en ese caso entonces podrá asignar un valor mayor para el regalo de su amigo en problemas.
Asimismo, todos solemos tener a algún familiar o amigo sin inconvenientes de dinero y que todo lo tiene. Si nos toca pensar en un regalo para alguien en esa posición, hay que entender que quizás sería mejor no pensar en comprar objetos caros a quien no tiene inconvenientes de comprárselos por sí mismo. Sería altamente recomendable, en tal caso, apelar al primer consejo explicado anteriormente y esforzarnos en encontrar para esa persona un regalo diferente e innovador que no necesariamente implique el desembolso de mucho dinero.
Aprenda a dar lo mejor
Las fiestas son una extraordinaria oportunidad de demostrar a nuestros seres queridos cuánto los amamos y dar un regalo es una muestra de ese cariño, afecto y cercanía.
Hacer regalos requiere aprendizaje y atención; no siempre un presente caro o extravagante resulta ser el apropiado. A veces, apelar a la creatividad y regalar algo realmente significativo y valioso, no sólo en términos monetarios, es realmente mejor y dice mucho más de quien entrega el regalo.
