La legislación migratoria de los Estados Unidos es muy estricta; esto exige recurrir a abogados expertos en la materia cuando se necesita resolver casos de inmigración, ya que para llevar adelante los mismos se requiere de un tratamiento profesional y calificado.
Es sumamente importante el asesoramiento de un buen abogado de inmigración para conseguir residencias, visas, asilos, o cualquier aspecto relacionado con esta problemática.
Si no quiere sufrir grandes decepciones, perder su tiempo y dinero, o tener que soportar demoras innecesarias en su trámite relacionado con inmigración, desde el principio debe tomar decisiones acertadas y dar los pasos necesarios para avanzar en la dirección correcta.
Tenga en cuenta las cualidades, detalladas a continuación, que todo profesional de asuntos legales dedicado a temas de inmigración debe tener.
Experiencia y especialización
Un buen abogado de inmigración debe contar con años de experiencia en el área. Además debe contar con estudios probados de especialización en leyes y asuntos migratorios.
Cuanta más experiencia y conocimientos posea un abogado, mayores serán las garantías con que contará para conseguir triunfar en los casos que le toque representar.
Reputación comprobada
Un abogado confiable en asuntos de inmigración debe poseer una buena reputación en las áreas jurídicas que lo implican. Debe tener un historial de casos en los que quede demostrado que se ha manejado en forma correcta y que ha conseguido buenos resultados conforme a la ley.
En la actualidad, cualquier hecho de dudoso comportamiento profesional seguramente podrá ser encontrado a través de los buscadores de internet, ya sea por las quejas de clientes o por diferentes tipos de publicaciones. Por lo tanto, un buen abogado estará siempre pendiente de realizar su trabajo de manera justa, evitando caer en tales comportamientos.
Capacidad para comunicarse efectivamente
Sin dudarlo, una de las capacidades imprescindibles de un buen abogado es su capacidad para expresar ideas en forma clara, segura y convincente. Si a esto le sumamos una correcta argumentación y un discurso lleno de ideas organizadas y persuasivas, el resultado exitoso no tardará en llegar.
La destreza para comunicarse, a través de una desarrollada y pulida capacidad oratoria, es con total seguridad una de las claves más precisas de los buenos abogados.
Por otra parte, esta expresión acertada debe aplicarse también en lo que se refiere a la comunicación con sus clientes.
Generar confianza y empatía
Un buen abogado de inmigración debe saber cómo generar confianza en sus representados, a través de una actitud amable y compasiva. Esto permitirá una fluida comunicación que permita acelerar los procesos de resolución de conflictos ante cualquier eventualidad a resolver.
Aprender a colocarse en el lugar del cliente, con una auténtica actitud empática, será muy útil para el abogado de inmigración a la hora de comprender mejor las presiones y preocupaciones propias de las situaciones que se presenten en un conflicto migratorio.
Esto llevará a un trabajo en conjunto para que tanto cliente como abogado puedan dar lo mejor de sí, poniendo en juego todas las estrategias, conocimientos y habilidades para avanzar favorablemente en el caso.
Relación costo-beneficio
Un buen abogado seguramente no será barato y sabrá poner un precio justo a sus servicios. De este modo, el cliente se asegura de que los resultados serán óptimos, efectivos y alcanzados en el menor tiempo posible. Desconfíe de quien le ofrece un servicio completamente gratuito.
Los buenos abogados tienen un equilibrio exacto en la relación costo-beneficio y vale mil veces invertir en ellos, obteniendo a cambio un servicio profesional y altamente especializado.
En innumerables ocasiones, en las que se pretenda contratar un abogado sin experiencia y a un costo menor, terminaremos malgastando nuestro dinero. Es importante valorar los resultados y la calidad que buscamos y de este modo pagar lo necesario, ya que muchas veces “lo barato sale caro”.
Innovaciones creativas
Saber encontrar estrategias novedosas y únicas es propio de los buenos abogados. En base a la experiencia en innumerables casos de inmigración, ellos suelen desarrollar un talento especial para resolver casos de manera original y asombrosa.
Saber enfrentarse ante un juez y un jurado con aplomo y una seguridad inquebrantable es una habilidad que puede adquirirse con la experiencia. Luego de un estudio y análisis profundo del caso, sin dudas esta confianza en sí mismo ayudará al abogado de inmigración a diseñar una estrategia adecuada para luego utilizar argumentos sólidos y llenos de lógica persuasiva que lo llevarán a lograr el objetivo.
Primero, el cliente
Al igual que en muchas profesiones, solo alcanzarán la excelencia aquellos abogados que prioricen los intereses de sus clientes por encima de todo.
Un abogado de inmigración no podrá dedicarse todo el tiempo a su caso, pero sí debe estar dispuesto a atender y trabajar por todas sus necesidades, responder todas sus preguntas y no ponerle obstáculos de ningún tipo.
La reputación de un buen abogado también se nutre de todos aquellos clientes que recomienden el servicio que han recibido. Es fundamental que se priorice la total satisfacción de cada cliente y que se trabaje con perseverancia e insistencia. Sin lugar a dudas, el abogado de inmigración que así proceda logrará marcar una notable diferencia por su trabajo.