Si a uno lo consultan, como es el caso nuestro de ser abogados, debemos estar abiertos para poder asimilar la situación de quien nos confía sus problemas, muchas veces con condimentos de conducta típicamente humanas, con las que contamos todos en distintas proporciones, y de las cuales podemos tener mayor o menor control.
Como abogado, estoy permanentemente escuchando a los clientes que me confían no solo sus problemas legales, sino también su estado de ánimo. A nadie le gusta tener que lidiar con problemas legales, por lo que intentar conducir las acciones necesarias que deben ser observadas por alguien que defiende sus derechos, debe tener una base firme en el conocimiento de la ley, pero invariablemente, se debe contar con una gran proporción de empatía, teniendo la capacidad de “ponerse en el lugar que vive nuestros consultantes”.
En mi caso personal, cuento con un “entrenador de vida”, pero no se trata de alguien que nos “enseñe a vivir”. Cada tanto asisto a seminarios que presenta mi entrenador para la vida David Neagle. No deben imaginarse su presencia como un gurú de la nueva era.
Así como se han hecho populares los entrenadores que nos ayudan a ponernos en buena forma física, o también consejeros escolares o de distintos niveles de conocimiento, podemos encontrar, a quienes podemos denominar como Entrenadores de Vida, en quienes su fundamento para ser útiles, se basa en su capacidad de poder lograr una “conexión” con quienes los consulten. Deben tener una buena reputación y ser reconocidos socialmente, ya que su función es poder transmitir su experiencia sobre las situaciones que se presentan en la vida. Algo tan amplio como fundamental en la vida de toda persona.
Para el caso de un abogado, es importante poder contar con una gran sensibilidad, a fin de poder transmitir confianza con los consejos a nuestros representados. Por eso, poder “renovar” nuestro espíritu, como cuando tomo contacto con David Neagle, hace que se consoliden los valores fundamentales sobre los que está edificado GA Injury Advocates: compasión, empatía y gratitud.
Una gran mayoría de las personas que integran nuestro equipo, han tenido accidentes en sus vidas, por lo que eso hace que sea muy útil, haber sentido “en carne propia” por lo que están pasando las personas que buscan nuestra asistencia legal. Y siempre poder tener presente, y estar agradecidos en nuestras vidas, de todo lo bueno que tenemos a nuestro alrededor. Neagle me ha ayudado mucho en poder poner en acciones y palabras, todo lo necesario para poder transmitir mis experiencias y conocimientos a nuestro personal y clientes.
La oportunidad en que elegí a David Neagle como mi entrenador de vida, fue por haberlo escuchado hablar de algo en lo que yo mismo había estado pensando, por lo que la conexión fue inmediata.
Cuando enfrentamos un problema
Todas las personas que nos consultan, están enfrentando un desafío. Nuestra misión, por lo tanto, es conducirlos a través del camino que marcan las leyes y disposiciones, creando al mismo tiempo, una comunicación con ellos, para que sepan que estarán transitando por una experiencia que les servirá para el resto de sus vidas.
Si tiene la oportunidad de hallar un entrenador de vida que hable “como si fuera usted”, pero con muchas de sus dudas e indecisiones resueltas, entonces podrá percibir que ese entrenador estará sintiendo que habla de su vida como si la conociera. Ese será un buen paso para acercarse a él y poder desarrollar todo su potencial, de modo de lograr un nivel superior en el desarrollo de su vida.