Hasta hace pocos años, muchos mexicanos decidían cruzar la frontera y dejar atrás su país natal para instalarse en los Estados Unidos, una de las naciones más importantes y poderosas a nivel mundial. Si bien desde el año 2009 la inmigración de mexicanos se ha reducido debido a la crisis que afecta al país y a la mejoría en el mercado laboral mexicano, aún hay otros temas para resolver. Muchos inmigrantes mexicanos todavía no han podido legalizar su residencia en el país y existe peligro de disolución social.
Algunos datos relevantes
Según datos del Censo llevado a cabo en los Estados Unidos en el año 2010, en el país residen más de 50 millones de inmigrantes hispanos (un 16% de la población total). De esa fracción hispana, un 65% es de origen mexicano. Por lo tanto, estamos hablando de casi 33 millones de mexicanos que residen en los Estados Unidos, lo que convierte a este último en el país donde más mexicanos viven, luego del propio México.
Si se tiene en cuenta el hecho de que algunos estados actualmente pertenecientes a EUA antiguamente fueron territorio mexicano, y que hoy en día ambos países comparten una frontera de casi 2000 millas de extensión con varios pasos terrestres, no es extraño que la mayoría de los hispanos residentes en Estados Unidos pertenezcan a la comunidad mexicana. Se calcula que en la zona fronteriza, sumando las poblaciones de ambos países, viven aproximadamente 12 millones de personas.
La inmigración se desacelera
Las estadísticas demuestran que la cifra máxima de personas indocumentadas residentes en Estados Unidos se alcanzó en el año 2007, cuando la misma llegó a 12 millones de personas, tras dos décadas de aumentos consecutivos.
Pero debido a la crisis económica que comenzó a instalarse en el país en los años siguientes, la cantidad de indocumentados también comenzó a decaer, hasta llegar a 11 millones en marzo de 2011. Desde entonces, la inmigración desde México hacia Estados Unidos se ha desacelerado e incluso algunos afirman que se ha detenido y que el flujo migratorio neto se podría haberse ubicado en cifras negativas en los últimos tiempos, pues muchos mexicanos han comenzado a regresar a su país de origen, donde las condiciones económicas y de empleo han venido mejorando desde hace algunos años.
En resumen, se podría decir que los factores que han influido para provocar este descenso del flujo inmigratorio desde México hacia EUA son los siguientes:
- Aumento en la actividad de las patrullas fronterizas.
- Descenso de la natalidad en dicho país.
- Mejora de las tasas de empleo en México.
- Disminución de la cantidad y calidad en la oferta laboral estadounidense.
Debido a la combinación de todos estos factores, la inmigración neta desde México hacia EUA ha sido cero o negativa en los últimos años, como se mencionaba anteriormente. Por lo tanto, es posible que, en un futuro no muy lejano, el debate sobre la inmigración de hispanos hacia los Estados Unidos pierda relevancia.
Aún quedan muchas cosas por resolver
Si bien la inmigración se ha detenido, en las décadas anteriores se ha acumulado en EUA una gran masa de inmigrantes hispanos, muchos de los cuales aún no han podido regularizar su situación ante las autoridades y permanecen indocumentados, sin contar con residencia legal en el país, o permanecen en una situación legal pero muy precaria.
Si estas personas no logran regularizar su situación, hay peligro de que ocurra una disolución social. Por esta razón, el gobierno estadounidense ha comenzado a tomar medidas con el objetivo de evitar la disolución, pues ya no se trata de familias extranjeras, sino de personas que constituyen una parte muy importante del entramado social del país quienes están corriendo este riesgo. Se trata de millones de personas estadounidenses de origen mexicano cuyos familiares directos más cercanos aún no han podido obtener su residencia legal.
Las medidas que el gobierno americano ha comenzado a tomar en este aspecto incluyen las siguientes:
- Suspensión de deportaciones.
- Permiso de residencia para indocumentados bajo algunas condiciones.
- Posibilidad de tramitar la residencia sin tener que abandonar el país.
A pesar de todo, la inmigración siempre es un tema candente en los Estados Unidos, por eso es de suma importancia, para quien desee regularizar su residencia o quiera realizar inversiones en el país, consultar abogados de inmigración especializados en este tipo de temáticas. Ellos son quienes conocen en profundidad todos los posibles caminos para obtener la residencia legal y hoy en día, hay muchas maneras de lograrlo.
Puedes aprovechar esta situación favorable y consultar hoy mismo a un abogado de inmigración que te pueda ayudar a regularizar tu situación.