El caso de James quien obtuvo la residencia americana, se convirtió en un buen atleta y logró una beca para ir a la universidad.
Son muchos y diversos los problemas legales a los que podemos enfrentarnos en el transcurso de nuestra vida. A veces se trata de asuntos vinculados a la inmigración y a la mejora de nuestra situación legal en un territorio. Otras veces, sin embargo, se trata de defender nuestra integridad física ante un accidente laboral o de tráfico.
Una de las situaciones que mayor incertidumbre genera en quienes la padecen son las vinculadas con las relaciones amorosas. Se trata de un tema complicado en el que normalmente no se quiere herir a la otra parte de la pareja… pero no todas las personas se toman una ruptura con la misma empatía y racionalidad.
Sea cual sea el caso, ponerse en contacto con un buen abogado nos ayuda, y evita que tengamos que afrontar solos diversos problemas legales que no comprendemos al mismo nivel que un profesional.
Para probar que incluso los casos de acusaciones graves por parte de una ex-pareja pueden solventarse con un buen abogado, hoy queremos exponer el caso de James. Se trataba de un chico de nueve años cuya familia emigró a los Estados Unidos. En un primer momento el cambio de país fue duro para él, pero esta fue la elección de sus padres y lo que ellos sabían que sería mejor para toda la familia.
Con el paso del tiempo, James volvió a ser un niño feliz. Obtuvo la residencia americana, se convirtió en un buen atleta y logró una beca para ir a la universidad. También supo combinar sus estudios con su gran afición por el deporte, lo que le llevó a ser un buen estudiante. Fue allí, en la universidad, donde conoció a Lucy.
Lucy fue una gran pareja para James, pero al cabo de un tiempo las discrepancias entre ambos les hicieron romper. Fue James quien dio el paso de terminar con aquello, y poco después empezó a salir con otra chica de la universidad, Amy.
En este punto de la historia fue cuando empezaron los problemas para James. Su antigua novia no se tomó bien la ruptura, y decidió llevar a cabo acciones de venganza hacia James y hacia su nueva novia, Amy. Esto era un problema enorme, en cuanto a que no solo afectaba al chico sino también a la nueva persona con la que había decidido pasar su tiempo libre. James creyó que la mejor opción sería hablar con su ex-novia en privado y como personas adultas, pero Lucy tenía otra forma de pensar.
Así fue cómo una tarde James quedó a solas con Lucy en el parque. Se trataba de un entorno neutro para ambos, donde podían hablar con tranquilidad y donde la presencia de otras personas evitaría que se produjera una gran discusión a la vista de otros. Sin embargo se les fue haciendo tarde en el parque, cada vez había menos personas que pudieran verles y Lucy vio la oportunidad de aprovecharse de la pareja que le había traicionado.
La ex-novia denunció a James a la policía, asegurando que el chico la había secuestrado y encerrado en el coche, donde además se había dedicado a golpearla. Él estaba horrorizado ante lo que la chica había sido capaz de inventarse para poder acudir a la policía, y ni tan siquiera pudo demostrar que en ese momento él no llevaba las llaves de su coche encima. Lucy se había inventado todo aquello porque James le había quitado el teléfono móvil cuando se dio cuenta de que ella estaba grabando un audio de la conversación, aunque luego nunca explicó con qué propósito lo hacía.
Desgraciadamente el juez creyó totalmente la versión de Lucy, y el chico fue condenado a varios meses de cárcel por secuestro y conducta violenta. La familia del chico trataba de ayudarle por todos los medios posibles, y fue así como terminaron contactando con los abogados de la empresa legal. Varios profesionales de defensa criminal y asuntos de inmigración trabajaron juntos, hasta que descubrieron que podían salvar a James.
Lo primero que vieron los abogados fue que James tenía la Green Card, también conocido como el permiso de nacionalidad americana, desde hacía tan solo 4 años. Si le dictaban culpable de un crimen ahora, eso significaría que se iniciaría un proceso para deportarle y que nunca más podría volver a Estados Unidos. Al parecer, las buenas notas y las referencias laborales del chico no servían para que el juez creyera su versión en vez de a su ex-novia.
Por suerte, al final encontraron una brecha legal que podían aprovechar. Lucy había grabado la conversación con James en el parque sin el permiso de este, y eso era considerada una acción ilegal. Tras varias negociaciones y acuerdos con los abogados de la chica, finalmente esta aceptó retirarse como testigo del caso. A cambio, los abogados de James no la acusarían por la grabación ilícita a otra persona.
Los abogados de inmigración te pueden asesorar en todo tipo de casos legales.