“Advocatus” es una palabra del latín de la cual deriva el término “Abogado”. Su significado o traducción sería algo así como “el auxiliador”. Es decir que es aquella persona a la cual se acude para recibir una ayuda o auxilio en caso de una necesidad.
Si bien la profesión de abogado no es de las más sencillas y relajadas, miles de personas en el mundo eligen este camino, buscando en la aplicación correcta de las leyes existentes una sociedad más justa.
Muchos estudiantes de la carrera de derecho suelen compartir ese sentimiento de justicia y equidad, anhelando hacer su aporte en la construcción de un entorno social en donde todas las personas puedan hacer valer plenamente sus derechos.
Sueño y realidad
Es importante comprender que la abogacía es una actividad que requiere gran vocación y compromiso. En ocasiones un abogado deberá trabajar sin límites de horario y sus éxitos dependerán en gran manera de todo el sacrificio y entrega que dedique en pos de alcanzarlos.
El logro de un título universitario no puede por sí solo transformar a alguien en abogado. Esto se consigue día a día en base a un esfuerzo apasionado en el trabajo, a fin de alcanzar las metas planteadas.
Cuando una persona pone su entera confianza en un abogado espera que el mismo pueda responder ayudándole en sus necesidades. Es allí donde un buen abogado pone toda su energía en conseguir la satisfacción total de sus clientes, obteniendo de ellos una enorme gratificación a cambio.
Abogacía y sociedad
En la sociedad actual la abogacía se ha transformado en una de las profesiones más necesarias. Los abogados cumplen labores fundamentales de mediación y defensa de la justicia y el derecho. No sería posible vivir organizadamente sin los encargados de hacer cumplir las leyes buscando en todo momento un sistema más justo y pleno de equidad.
No es poca cosa llevar el noble calificativo de ser el “asesor en derecho de la ciudadanía”. Sin asesoramiento jurídico ocurrirían infinidad de rupturas y conflictos en todo tipo de relaciones, ya sean estas institucionales, empresariales o personales.
Un gran abogado
Convertirse en un gran profesional de la abogacía es el sueño de todos los que han abrazado la carrera del derecho. Si bien es posible alcanzar la cima y obtener reconocimiento por nuestra actividad en cualquier ámbito de trabajo, también es necesario entender todo lo que necesitamos dar a cambio para obtener esos beneficios.
Sin lugar a dudas, si actuamos con gran responsabilidad, honestidad y compromiso podremos convertirnos en personas altamente calificadas en nuestra profesión.
Tampoco debemos dejar que la preocupación por obtener grandeza y reconocimiento nos quite el sueño, ya que esto se dará naturalmente como resultado de un trabajo fecundo y de todo el esfuerzo que pongamos en la persecución de nuestras metas. Si damos lo mejor de nosotros mismos en forma sincera y genuina, poniendo todo el empeño en capacitarnos permanentemente y en servir a los clientes en todas sus necesidades, los logros esperados no tardarán en llegar.