En los Estados Unidos, cada año alrededor de tres millones de personas sufren lesiones a causa de accidentes de auto. Estos datos son proporcionados por la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés).
El estado de Texas se encuentra liderando año tras año en cada estadística nacional la cantidad de fallecidos por tragedias automovilísticas. Más de 3000 personas pierden la vida en Texas en accidentes de tránsito.
Cada accidente registrado puede provocar daños o heridas de diferente consideración, según el caso. Sin embargo, según las estadísticas, hay lesiones muy comunes que se provocan en los accidentes de auto. Vamos a analizar algunas de ellas en la lista que veremos a continuación:
- Fractura de huesos. Una de las lesiones más comunes sufrida en accidentes de auto son las fracturas óseas. Los impactos producidos por los bruscos movimientos de un accidente pueden provocarlas, al chocar con superficies sólidas. Algunas pueden ser simples y en algunos casos podrían dejar secuelas para toda la vida.
- Lesiones cerebrales. Es muy común en los accidentes automovilísticos que la cabeza golpee violentamente contra el interior del auto. Esto puede provocar múltiples heridas, traumatismos y conmociones cerebrales con efectos a largo plazo.
- Lesiones de hombro. En los accidentes de auto es habitual que se produzcan roturas del manguito rotador, que comprende un grupo de músculos que aseguran la estabilidad y buen funcionamiento del hombro.
- Lesiones de espalda. Las fracturas o afecciones en la columna vertebral, producto de accidentes automovilísticos, son muy habituales, ya que nuestra espina dorsal suele experimentar presiones o golpes muy fuertes.
- Lesiones de rodilla. Las posibilidades de una lesión de rodilla ocurrida en un accidente son muy altas; y a veces, la misma puede resultar altamente traumática, si es que se produce alguna disfunción permanente. Tus rodillas podrían golpear con el volante, tablero, puerta y los cinturones de seguridad ni las bolsas de aire pueden evitarlo.
- Trastornos de estrés postraumático. Si hemos tenido que experimentar una tragedia como lo es un accidente automovílistico grave, con muertes o heridas catastróficas, es habitual sentir mucha ansiedad y mucho temor o hasta terror al pensar en conducir o subirse nuevamente a un vehículo. Podemos llegar a experimentar un Trastorno de estrés postraumático (TEP) que requerirá seguramente y, según su gravedad, atención y tratamiento de un profesional en materia psicológica.