Quienes disfrutar de un permiso TPS pueden permanecer cierto tiempo en el país sin miedo a la deportación
TPS son las siglas de «Estatus de Protección Temporal», y se trata de un beneficio que cada año es otorgado a miles de las personas que llegan a los Estados Unidos.
Quienes disfrutar de un permiso TPS pueden permanecer cierto tiempo en el país sin miedo a la deportación, así como optar a un puesto de trabajo y conducir un vehículo dentro del territorio.
A día de hoy existe un problema con los beneficiarios de un TPS, y es que muchos de ellos se ven obligados a abandonar el país cuando finaliza su permiso. Sin embargo, existe una manera de obtener la Residencia Americana y de evitar ser deportado.
El caso real de Diana G.
Diana G. es una de las afortunadas que obtuvo su permiso de Residencia Americana permanente a través de un primer permiso TPS. Para ello, lo primero que hizo fue contactar con un abogado de inmigracion.
Ella residía en Estados Unidos desde hacía más de una década, donde incluso había dado a luz a sus dos hijos. Los abogados de la compañía le hicieron preguntas e investigaron sobre la vida de Diana, y al final dieron con un aspecto clave: uno de sus hijos sufría Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad, más conocido como ADHD.
A partir de aquí, el abogado le explicó que debía solicitar la «Cancelación de Remoción«, amparándose en la poco conocida «ley de los 10 años». Dicha normativa americana obliga a otorgar la nacionalidad a las personas que cumplan varias condiciones:
- Que lleven en el territorio durante más de 10 años seguidos.
- Que no hayan sido acusados de ningún acto delictivo.
- Que tengan familia directa con ciudadanía americana y que sufra alguna enfermedad importante, que puede verse agravada con el trauma de tener abandonar el país.
Sabiendo esto, Diana G. cumplimentó todos los papeles necesarios y obtuvo un permiso de trabajo con mejores condiciones que su TPS anterior. Menos de un año después, fue informada de que su petición había llegado a la Corte de Inmigración y de que la llamaban a testificar. Allí habló sobre la enfermedad de su hijo y sobre lo perjudicial que sería para él tener que volver a El Salvador, lugar de origen de Diana. Tras escuchar su historia, el juez aceptó entregarle el permiso de Residencia Legal Permanente.
Este caso no es el único, tú también puedes beneficiarte
La historia de Diana G. es solo uno de los muchos casos en que inmigrantes con permisos TPS han podido obtener, tras muchos años y esfuerzos, la posibilidad de quedarse para siempre en Estados Unidos. Son incontables las personas que ansían hacerse con la llamada «Green Card» americana, pero lo cierto es que nadie les ofrece información sobre cómo pueden conseguirla.
Son diversas las vías legales que permiten que un ciudadano con TPS solucione su inestable situación. La mejor opción en estos casos es acudir a profesionales y abogados, quienes pueden asesorarte mejor que nadie en la materia. Hoy en día incluso existen bufetes de abogados especializados en inmigración, con cientos de casos a la espalda y un profundo conocimiento sobre la normativa americana.
A menudo, incluso un caso de beneficiario TPS que parece difícil de solventar puede valorarse si se estudia el expediente del afectado y de su familia.
Por favor contacte con nuestra oficina en Boston para programar una cita con uno de nuestros abogados de inmigración para explorar sus opciones legales.